La iglesia se erigió durante la segunda mitad del siglo XI (citada con certeza en un documento del año 1100) a orillas del río Ter, justo debajo de la península ocupada por el monasterio de Sant Pere de Casserres, pero en la margen izquierda, en un apéndice del municipio de Santa Maria de Corcó (Osona).
En el siglo XIII contaba con una decena de masías a ambos lados del Ter. Fue desmembrado hacia 1572 debido al creciente despoblamiento de la zona (se tiene constancia de que en aquella época solo había una masía dentro de su antigua demarcación). En el siglo XVII, la iglesia, que ya no recibía culto, pasó a ser un edificio anexo a la granja de Verders, que ocupaba el solar de la antigua rectoría.
El edificio es una hermosa iglesia de una nave, rematada con un ábside lombardo, con las vigas y arcos característicos (dos entre cada dos vigas). Tiene dos puertas muy parecidas: una en la fachada oeste, descentrada, y la otra en la del mediodía. La orientación actual es idéntica a la original, siguiendo la tradicional orientación este-oeste. Otras aberturas son las tres ventanas existentes, muy pequeñas: las de la fachada occidental y el ábside son de doble rendija, mientras que la del mediodía es de arco partido y monolítico. Su bóveda es en voladizo, reforzada con un arco costero y mide unos 9 m de largo.
Cuando se construyó la presa de Sau en 1962, la iglesia, convertida en almacén de Mas Verders, quedó sumergida bajo el agua. A finales de 1973 y principios de 1974, aprovechando el bajo nivel del embalse, se desmontó piedra a piedra y se reconstruyó detrás de la masía de Can Deu (Sabadell), tal y como la podemos ver en la actualidad.